No se como fue. Yo, a mis quince años de edad con el amor me
fui a topar. No se si fue casualidad. O una verdad. Lo que no sabia era de la
manera en la que iba a acabar. Entré en aquel bar, la miré, me miró y la invité
a una copa, sin dejar de pensar en sus labios e imaginar algún beso de su boca.
Los hombres la saludaban al pasar. Yo, celoso, la quise agarrar. Me hizo tal
caso, que la tuve que creer. Lo peor que pude hacer…Es que ya no se si fue sin
querer, pero lo cierto es que me enamoré. Me enamoré de la chica mas guapa del
bar. Sí, me enamoré de la chica más guarra del burdel.
G. S. Díaz "La más guarra del burdel"