Con la tecnología de Blogger.

27 de mayo de 2020

Labios.

1 comments

Los labios tienen memoria. Solo hace falta morderlos, besarlos lentos, para que, con saliva, vayan contando toda su historia. Cada arruga, como estrato, tiene restos arqueológicos. Reconstruyen a partir de líneas, todo el pasado que ahí cicatrizó y vuelve a la enésima embestida. Esos labios transportan a todos los momentos que fueron usados en la vida. Al besar, uno puede sentir, desde arriba, los secretos que con celo esconden porque al hacerlo dejan sus recuerdos volar a la deriva. Los labios que responden al primer beso, no pueden sino repetir el primero que le dieron, el primigenio. Y, desde ahí, saltan a los que marcaron. Los besos que quisieron repetir y no pudo. Los que siempre querrán besar, que están lejos, ya. Los que lo hacen ahora, quizá por rutina. Por mero traspaso de saliva. Por querer encender el sexo, que se mueve más por la innata natura.


Gregorio S. Díaz "Labios"

1 comentario:

  1. Ay..los besos...esconden tantos algunos, que si pudiesen hablar nos dejarían mudos. Como siempre, me ha encantado. Cada día quedo más sorprendida con tu narrativa. Tienes esa facilidad de hacer que me pierda en tus palabras, hasta encontrarme como espectadora en tu mundo. ¡Saludos!

    ResponderEliminar