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30 de julio de 2012

Corazón de piedra

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Y de repente algo se introdujo en mi barriga y me la oprimía y es que no lo entiendo.  No. Me está pasando lo que ya me pasó una vez. Esta vez es diferente, esta vez sé que me puedo controlar, esta vez no haré nada. Esta vez soy más fuerte.

No era la comida. Ni el alcohol. Era una bola imaginaria instala allá en mi pequeña barriga, haciendo que ni uno de mis músculos se coordinaran bien, haciéndome daño. La bola fue creciendo, se ha hecho un hogar en mi cuerpo, y no me deja comer, ni dormir, ni nada.
Esa esa bola imaginaria la que no me deja pensar en nada más. Esa pelotita llena de nervios me tiene encogido el estómago así como el corazón.

La pasada vez que esto me ocurrió  y que esta bola fue mi compañera no me enfrenté a ella, dejé que me ayudaran a echarla de mi cuerpo pero ahora estoy luchando contra ella…y ganaré…porque aunque crea morir, será ella quien no podrá soportar la tristeza.
Esa bola no es imaginaria, ni una pelotita de nervios, es una pena de amor, y el amor no podrá con este corazón de piedra.

G.S. Díaz "Corazón de piedra"

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