Qué ganas tengo de escapar, de volar, de ser libre. De
renacer en otro lugar, conocer otro tipo de gente y volver a ser quien fui en
este nuevo destino. Al final yo tenía razón, al final cogeré ese billete de
avión hacia esos países que tanto me atraen, un billete, escapar sólo de aquí.
Sin ataduras ni remordimientos.
Entonces seré feliz, allí estará ella, esperándome, esa que
es perfecta en mi cabeza, esa que encaja conmigo. Y es que me muero de la
curiosidad, no dejo de pensar y de imaginar cómo será ella, cómo será su
sonrisa, como serán esos ojos que tantas veces se clavarán en mí, esas manos
que me acompañarán siempre. Y así, imaginando, puedo seguir adelante. Con más fuerza
que nunca, porque ese motivo es el que me lleva a luchar.
Solo espero, querido yo futuro, que cuando leas esto ella
esté ahí delante, contigo, leyendo a la vez, que os riais juntos de estas
letras, y de todas las libretas que
tengo, y seguramente llegaré a tener más, llenas de mi puño y letra.
Ahora eres tú quien está ahí, con ella. Disfrútala, trátala
como se merece y sobre todo…ámala hasta la extenuación, no dejes nunca de
hacerlo, quiérela cada día, cada hora, aunque sea una simple rutina, róbale un
beso, perpetúa una caricia eterna sobre su piel, sácale una sonrisa. Son esas
cosas pequeñas, insignificantes, que pasan desapercibidas, pero que son
gratificantes, y te permitirán tenerla siempre a tu lado, y no perderla. Cuídala
como yo espero hacer algún día, sea lejano o no.
Y es que tú eres la única persona que tengo para contar esto
que siento, esto que me pasa, eres tú quien cada noche me escuchas y me das
consejos silenciosos sobre mi vida y sobre todo lo que te cuento, gracias por
entender mi mal humor, mis nulas ganas de comer, mis dolores de cabeza, mis
daños en el corazón. Eres tú en quien puedo confiar, porque al fin y al cabo,
somos uno.
Ojalá seas como yo quiero ser. Y a partir de ahora sólo
actuaré para conseguirlo. Un abrazo grande desde tu pasado, desde tu viejo
escritorio, y tu portátil, de la foto de la graduación, la del colegio, de mis
viejas libretas, de mi pequeña colección de libros que espero aumentar, de las
vistas de esta ventana que tanto me hacen soñar, de parte de todo lo que un día
fue tuyo. ¿Ves? Las cosas pequeñas. Esas son las importantes.
Y a ella, a ella dile que aunque aún no la conozco, aunque
aún no sé sus manías, no sé si le gusta hacerme cosquillas para reír, si son
esos ojos los que no me permitirán estar sereno nunca más, a ella, que es
perfecta, dile que a pesar de estos inconvenientes, ya siento que la quiero.
G.S.Díaz "Querido yo futuro"