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31 de agosto de 2012

Esto es la vida real

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A veces las cosas pasan como si de una película se tratase, pero como todo, no hay un buen final. El problema que tenemos es que a la hora de querer, tenemos la necesidad de vivir como dentro de una película, tendemos a comparar los amores irreales y ficticios de las series y lo que vemos en la televisión, con lo que vivimos día a día. No entendemos que por mucho que queramos los verdaderos amores sólo quedarán en la literatura, donde el escritor es dueño del destino de cada personaje. Pero esto es la vida real, cada uno elige su destino, puede acertar o equivocarse, pero jamás debe compararse algo normal con un amor de leyenda, porque entonces, cuando la tormenta llegue, y todo cambie de un día para otro, no podrás creer en otros amores de leyenda.

Sólo cuando estés seguro de que es algo especial , haz algo que lo haga aún más especial, pero si estás seguro, lo haces y al final te decepcionan o te decepcionas, no te preocupes, ya que una vez te equivocas, quizá dos. Pero tres, no.

 La lección es la de madurar, sólo así podremos recordar sin rencor, perdonar pero sin olvidar, seguir adelante y vivir algo mejor que lo que ya pasó. Vivo para que quien me deje en el pasado, no me pueda olvidar, para que nadie pueda llegara mi altura, en cualquier campo. Hay que ponérselo difícil a los que vengan por detrás, ¿No crees?

G. S. Díaz "Esto es la vida real"

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