Cuando pierdes el rumbo, cuando no sabes qué hacer o decir, cuando no sabes muy bien si el destino se olvidó de ti o cuando simplemente se te agota la paciencia, tranquilo, sólo piensa en ti. Imagina tu vida en el futuro: ¿Qué estás haciendo? ¿A qué te dedicas? ¿Quién te acompaña? ¿Sonríes al pensarlo? ¿Es eso para ti la felicidad? Entonces no dudes, empieza a partir de ya a construir ese mundo futuro, actúa por y para conseguirlo, no te equivoques y tuerzas el camino, si no tu futuro perfecto podría acabar y convertirse en otro distinto. Empieza ahora a ser lo que quieres que seas.
G. S. Díaz "Futuro perfecto"
