Y ahora pienso en el porqué de las cosas. Porque todo lo que sucede tiene uno, aunque no tengamos todas las respuestas la pregunta siempre es la misma: ¿Por qué?
Parece ser que me olvidé del motivo por el que todo ocurrió, la razón por la que tomé grandes decisiones que dieron un giro radical a mi vida. Ahora sé que...que todo era por mí mismo, ahora miro el pasado con una mentalidad totalmente distinta: ¡Ellos tenían razón! Yo que pensaba que tenía que llevarles la contraria, que tenía que luchar por lo que quería. ¿Luchar? Ahora sólo me puedo reír de este verbo. Yo únicamente lucho por las cosas que verdaderamente importan y valen la pena, desde siempre y por siempre, porque algunas cosas, como las personas, parecen una cosa cuando en realidad el tiempo las destapa y vemos que son todo lo contrario de lo que pensábamos.
Me lo decían y no lo veía, si tenía mis ojos tapados con una gran venda...pero al final el tiempo saca toda la verdad a relucir y no, no hice mal. Tomé la mejor decisión que pude, ayudado de ellos claro está, sólo me falta un paso, un pasito más en este camino que acaba, tras esto todo será como quería y quiero que sea, desde hoy y hasta el fin de mis días, porque cuanto más pasa el tiempo más nítido veo lo que antes borroso era.
G. S. Díaz "Nítidos recuerdos"
