Y pasará el tiempo,
los segundos, los minutos
las horas y los años.
Y todo quedará, porque todo queda
aunque el destino nos separe,
el tiempo no lo borrará.
Porque cada momento,
cada recuerdo feliz y duradero
está aquí adentro,
en mi cabeza, corazón y pecho.
Porque no fue algo importante,
ni siquiera algo distinto.
Fue algo especial, increíblemente brillante,
dos almas perdidas en un amor de laberinto.
G. S. Díaz "Amor de laberinto"