Me cuesta mucho ver las cosas como realmente son, para mí es
complicado descifrar lo que quieren decir diciendo algo diferente a lo que
dicen, me es difícil saber cosas que no sé pero que creen que sí. Por eso a
veces no me entero de nada, por eso no sé qué pasa verdaderamente. Pero, para
mí también es imposible conocer lo que se quiere decir con el silencio o con la
indiferencia. Me llevan a dos extremos totalmente opuestos que me hacen bipolar
por momentos. Mi cabeza pues, se vuelve loca y no sabe lo que pensar.
La ilusión se va tan rápido como llega la frustración. No sé
si todavía crees en los imposibles por más improbables que parezcan, porque yo
ya estoy empezando a no hacerlo y si no creo en todo lo que no puedo conseguir,
ya no sé en qué lo tengo que hacer, se va perdiendo el sentido a todo. Quizá
sea una buena señal, puede que esté madurando en muchos aspectos, en más de los
que creía tener, ahora tengo una visión distinta de la vida y de la mía,
radicalmente diferente a la que tenía hace unos meses. Sé que el silencio es la
mejor respuesta pero recuerda que suele ser la más desesperanzadora y
desesperante.