Alejandro Sanz en una de sus más antiguas y por lo tanto mejores canciones, se preguntaba por esa extraña fuerza que une a hombres y mujeres, siempre, de dos en dos. Se pregunta el porqué de las parejas. El porqué necesitamos unirnos a otra persona de diferente (o el mismo) sexo. Este músico llega a la conclusión de que esta fuerza, esto que nos une a todos, es el corazón. Lamento decirle que no es, ni mucho menos, el corazón. El ser humano, como especie animal que es, se une a otra persona por la procreación y el instinto de supervivencia (Véase el por qué los hombres sólo piensan en lo mismo). Otra cosa es que, en nuestro proceso evolutivo, emocional y cultural hayamos desarrollado formas, pensamientos y pautas concretas que nos hacen creer que es el amor el que explica la procreación, que es la religión lo que explica la terrible pregunta: ¿De dónde venimos?. Todos juntos formamos una sociedad sí, pero no olvidemos lo que somos. El amor y la religión los ha creado el hombre para que el trayecto de la vida tenga un sentido para nosotros Quizá la respuesta a todas nuestras preguntas podrían existir si elimináramos todos estos paradigmas.
G. S. Díaz "Paradigmas"
