Hay dos opciones: o crees en los fantasmas y, por tanto, necesariamente puedes creer verlos, sentirlos, tocarlos, abrazarlos y demás, o puedes dejar de creer en los fantasmas y ya, de por sí, dejarán de existir, dejarán de visitarte, de arroparte cada noche, de susurrarte al oído que no los olvides. Para dejar de ver fantasmas, basta con no dejar a la duda la esperanza de si existen o no.
G. S. Díaz "Fantasmas"
http://julioachutegui.blogia.com/2012/053101-fantasmas..php
ResponderEliminar