Si muriera
mañana, cuántas cosas me quedarían por decir. Si lo hiciera, cuántos de mis
relatos se quedarían sin escribir. No podría verme en el espejo cuando las
arrugas de mí sean apenas un reflejo. No podré vivir más momentos que ya
pasaron y que todavía se viven, aunque ya caducaron. No estaré ahí para
decirte: gracias por quedarte, lástima que sólo me parecieran instantes. Pero si
muriera mañana alguna carta póstuma tendrías que leer. Como si fuera un relato
más, de un día más, de un blog más. Qué lástima si muriera mañana, cuantos
besos se perderán entonces, no solo esos, sino palabras que puede que sean más
importantes. Que da igual los caminos diferentes, todos tienen atajos hasta el
otro, como hemos hecho siempre. Lo que pasa es que puede que no muera mañana, y habrá que aceptar que todo seguirá igual.
Gregorio S. Díaz "Si muriera mañana"