El miedo me hará aceptar. Aceptarte. Así que no desesperes más que puede
que mañana llegue. O quizá, mejor, no. Dejémoslo. Voy bien andando solitario
por mi calle. O yo que sé, no me mires fijamente, que entonces te evito y sigo
bebiendo. Olvídame y puede que yo no te quiera olvidar, aunque ya lo haya
hecho. Te descubriré cuando el tiempo me dé su visión particular, como siempre
me ha pasado. Cuando sea tarde y no sea posible. Cuando me odies, si es que ya
no lo haces. No sé por qué. O sí lo sé. Porque siempre espero algo más. No me
conformo y pienso que algo mejor vendrá. Decepcionado y solo quedo, sin llorar.
No creo que sirva para nada esperar al mañana siempre, simplemente porque ese
mañana volverá a tener otro mañana. Y así no te viviré si es que apareces
materializada desde la ficción. Alguna vez tendré que vivir en el hoy y dejar
de mirar para los lados. Alguna vez. Sí. Algún día.
Gregorio S. Díaz "Alguna vez."