Párate. Deja de caminar y entiende. Que hasta del camino que haces, se
aprende. Quítate esa música que destroza tus oídos y que no permite ver el
mundo más allá de uno de tus sentidos. Gira sobre ti. Da vueltas. Deja que los
rayos de calor te enciendan. Que no te importe el reloj y su paso. Piensa un
segundo: no volverás a estar en el mismo lugar ni en el mismo tiempo. Vuelva a
caminar. A dejar de entender y de aprender. A esa rutina que se olvida de
pequeños detalles, a mirar el reloj y a agobiarte por llegar tarde. A dormir
sin un sueño y sin una meta, a dormir de verdad las horas muertas. A leer por
trabajo y no por diversión. En fin, a eso que se llama vida y que no sabemos
con certeza describir.
Gregorio S. Díaz "Párate."