Piensa que lo que se fue y no volverá tiene una razón de ser y no está de
más. Nunca estará demás. Siempre podrás contar los números con los que te sorprendió
el dichoso azar, el tiempo que voló al lado de quien no será más, contigo, con
el que jamás te volverás a encontrar. Ese queda anclado en la juventud de un
pasado que solo existe ya en la memoria. Pienso que cumplí la promesa que te
hice una vez. No voy a querer verte
llorar jamás. Siempre te cuidaré y procuraré tu felicidad. ¿Que no la
cumplí? No hace falta estar para hacerlo, quizá por eso se ha cumplido. Soy como
un ángel de la guarda, que en el camino de atrás te falló y en el de adelante
quiere que te rehagas. Aunque te siga de lejos y ya no estés desamparada. No
hace falta verte para saber que ríes, que no lloras. No hace falta saber que
este loco que te ataba, los pensamientos torturaba y te mal amaba no hacía
grande a un corazón con tantas faltas. A veces la felicidad no depende de dos
que no se pueden juntar ni tampoco estar juntos. Por eso entiendo y cumplo. Por
eso acepto y sonrío. Porque puedo tachar de la lista las cien cosas que hacer
antes morir. Porque sé que eres sin mí, y eso es lo que yo siempre deseé para
ti, que fueras, conmigo o a pesar de mí.
Gregorio S. Díaz "Que fueras"