¿Dónde estás ahora? ¿En algún
lugar plácido y cálido? ¿Junto a alguien que amas de verdad? Pero…qué me dirías
si de repente todo se fuera, de un plumazo. Si todo este tiempo se desvaneciera
en un chasquido y pudieras volver. Al principio de todo y hacerlo de nuevo.
Abrir los ojos y verlo todo con otros. De ser así, sé que lo intentarías. Que
con más fuerza aún me empujarías. Me agarrarías. Pero no te engañes, querida, algunas
personas no pueden ser salvadas. Ni aunque tuvieras tres oportunidades.
Infinitos viajes en el tiempo a ese principio. No se salvan si no se dejan ser
salvadas. Así que por mi no puedes hacer nada. Siempre muero. Ese reinicio solo
te serviría para darte cuenta, como yo lo hago, de que hubo un lugar en el
tiempo al que podemos llamarle casa. Un momento en el que éramos dos, en el que
se sentía era el sitio justo donde se suponía que debíamos estar. Bórrame de esta
línea cronológica. Bórrame por completo. Lástima que no entienda de leyes del
universo. Nunca me dejarías morir, ni aun gritándote para que al pecho me
dispararas. No sé dónde estas ahora, pero sé que estás ahí. Escondida. Sé que también
me ves por allí, en esos momentos en los que viajo en el tiempo para verte, de
espaldas al mundo y a mi yo. Maldiciendo quizá, por desear un poquito de aquel
pasado tiempo. Ahora…todo lo que puedo darte son estas palabras encadenadas.
Que a veces, sabemos ambos, te cuesta descifrarlas. Saber que son tuyas. Te pertenecen
si las tomas. Tómalas, porque cada vez son menos las que salen y tienden a terminarse.
No te preocupes, siempre habrá un camino de vuelta a nuestra casa. Un camino de
vuelta a ti. Solo fueron unos años. No fue mucho tiempo, pero si lo piensas fue
toda una vida. Lo único que importa, en este instante, es que estés ahí. A
salvo. Caliente. Donde sea. Como sea. Con quien sea. See you soon.