Si no me cegara a veces. Si no me
pusiera una venda en mis ojos y mi autoconvenciera de que adelante hay algo
mejor. Algo nuevo. Si dejara de escuchar esas malditas canciones. Si no me
comportara como el crío que siempre he dicho haber sido. Puede que lo siga siendo.
Si no me hubiera dejado arrastrar por pensamientos impuros de algo que sabía
usado, pero pensaba renovado. Si hubiera creído, de verdad, en aquellos gemidos.
En las noches de cañas y castillos. En la vorágine del fin de semana. Si no me hubiera, a pesar del mapa, perdido. Si
hubiera visto con otros ojos aquellas fotos y no hubiese hecho caso omiso a los
textos. A todo el tiempo, desde finales de agosto. Si hubiera creído en el amor,
como tanto predicabas, y no solo en la tragedia, que parece que vive y viene
conmigo, como sombra. Si hubiera sabido que los mundos distintos comparten el
mismo océano…Que dos banderas, las del remate rojo y las coloreadas de morado,
se pueden fundir. Como los cuerpos. Ya no ser sangre. Ser avance. Progreso. Ser
uno, a pesar de los dos bandos. De haberlo sabido, no hubiera sido el último
vaquero comprado y aún en mi muñeca portaría una pulsera. Pero, como casi dijo
Lorca, nadie puede abrir semillas en el corazón del…tiempo.
Precioso!! Muchos sentimientos encerrados tras esas palabras..sin decir nada..lo has dicho todo. Me ha encantado. ¡Un saludo!
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