¿Y qué importa que
extrañe su olor? ¿Su pelo? ¿Qué importa que extrañe sus besos? ¿Sus labios?
¿Sus manos? ¿Su cuerpo? ¿Sus palabras? ¿Su tacto? ¿Su risa? ¿Su vida? ¿Sus
tonterías? ¿Qué importa todo? ¿Qué importa que la extrañe toda si ya no la
tengo? Si ya no puedo ver su sonrisa, sentir su piel, su tacto, su cuerpo, sus
manos, sus ojos, su risa, su vida...todo... ¿Qué importa todo? Si jamás volveré
a tocarla, a acariciarla, a tenerla... ¿Qué importa si este pobre bohemio
extraña todo? Nada, no importa nada...
G. S. Díaz, "Nada, no importa nada."