Menos mal que está ella. Por lo menos hay alguien que me hace reír, alguien que intenta, cada día, sacar lo mejor de mí. Alguien en quien puedo confiar. Es ella la que le da sentido ahora a cada minuto que vivo y a cada paso que doy. Porque le encanta verme sonreír, porque le gusta mi sonrisa, que le saque la lengua, jugar con mi pelo, buscarle las cosquillas, que ella me las encuentre a mí, respetando mi ombligo. Hacerme enfadar, asustarme o hacer que llore de la risa de las cosas sin sentido que a veces hablamos. La que eriza mi piel con sus suaves dedos y dulces caricias, quien me enseña nuevas realidades y nuevas habilidades que ni yo mismo sabía que tenía, la que me viene a esperar en pijama, quien aguanta mis retrasos. Por lo menos sé que ella, está ahí.
G. S. Díaz "Ella"
