Ahora tengo la libertad que un día me desequilibró pero el
camino que llevo es correcto ya que me ha dibujado mi personalidad y mi
responsabilidad. Poseo todo el tiempo del mundo. Ahora me toca a mí. Puedo
hacerlo. Quiero leer. Comer palomitas mientras veo miles de películas de todo
tipo. Quiero viajar. Tener una foto de los lugares más simbólicos y fascinantes
por los que pase. Quiero conocer a gente. Confiar en ellas. Que confíen en mí.
Quiero poder luchar por un mundo más justo y más mejor. Quiero ayudar. Quiero
llorar de felicidad y de tristeza a la vez. Quiero gritarle a los cuatro
vientos que tan solo quiero disfrutar. Vivir y aprender, aprender y madurar. Escuchar
las canciones que aún me quedan por descubrir. Escribir lo que me pase, lo que
sienta, lo que padezca y lo que reflexione. Lo que me imagine. Enamorarme de la
chica que yo mismo he creado. De forma fantástica. Y que ella se enamore de mí.
Que tengamos conversaciones dignas de películas. Conversaciones que merecen ser
recordadas. Tan solo quiero tener una vida normal, como la de cualquier otro,
pero eso sí, vivirla de manera totalmente distinta. Con mil patrones que hacer
y deshacer. Con mil vidas con las que jugar y solo una a la que cuidar.
G.S. Díaz