Yo
solo quería ser feliz, yo solo quería estar alegre y contento. Sin saberlo ella
ya salía en mis sueños como si fuera capaz de leerme los pensamientos, haciendo
verdad todos mis deseos. Puede ser la luz que ilumina mi camino, y quizá la que
siembre ha alumbrado mi destino. Y como si quemáramos el papel, lleno de
letras, dame la mano y vamos juntos por el cielo, olvidándonos del tiempo. Y
como en un sueño caprichoso, le doy lo que me pida, este corazón que tengo, que
con ganarme, se lo daría. Que ella sea como mi despertar, el subir de mi
persiana, el amanecer que anuncia la mañana. Pero también la noche, el hielo y
las estrellas. La música y las palabras. Mi inspiración, mi musa, un hada. La
curva maldita de la estrecha carretera. El último soplo de aire de un
moribundo. La primera bala. La certera en el pecho. Cualquier detalle pequeño.
Gregorio S. Díaz "Cualquier detalle pequeño"