Me
daría igual tener que ver, de otro color y no de rojo, la realidad. Abrir mi
mente hacia el centro, pero nunca a la derecha. Dejaría de lado la lucha de
clases y la cambiaría por luchas en tu cama por millones de noches. Me
convertiría en el más sincero devoto de tus labios, creyente de tu cuerpo,
esperando esa ayuda divina de la que no te sueltas y de la que tanto hablas. Dejaría
el martillo o la hoz, pero nunca las dos. Pero, ¿torcerías tú a la izquierda?
¿Escucharías, alguna vez, mis palabras sobre las dudas que ofrece ese infinito
en el que crees?
Gregorio S. Díaz "Me daría igual"