No pretendo ser tan solo el premio de
consolación. Una simple compenetración. Ni alguien a quien tener solamente
aprecio. Tampoco un papel firmado que se cuartea con el tiempo. No deseo que el
karma me devuelva en forma de mal, todos mis bienes, porque eché el resto en
ellos. Contigo. No quiero que un beso te añore a otros. Ni comparaciones
odiosas que te vuelven pequeño. Más. No deseo una reprocidad forzosa. Prefiero ser
más un anhelo de verdad que un peso muerto, que si no acabo arrastrado y con
dolores de espalda. No quiero una mentira disfrazada a la perfección de verdad.
Odiaría ser el tipo con el que conformarse. No voy a darle mi intimidad a un cuerpo inerte. No. No quiero estar en mitad de demonios del pasado, porque puedo salir
malherido y con una carta sin retorno para el infierno.
Gregorio S. Díaz "No"