Con la tecnología de Blogger.

8 de agosto de 2014

Premonición.

0 comments
Y todo explotará en mil pedazos. El fuego quemará la piel. La suciedad impedirá ver el cielo azul, que se tornará gris. El llanto llegará, como nunca antes se había notado. Los besos quedarán desparramados por el suelo. Sin apenas llegar a ser recuerdos. La rabia se convertirá en calma. Que ya he aprendido a canalizarla y a vagar con ella. Aunque no tiene sentido arrastrar algo que te realentizan en tu camino y que da pistas al enemigo. No hay nada que hacer para impedirlo. Es el inevitable discurrir de lo que tiene que ser. Y uno lo tiene que aceptar. No hay más. Que desterrar los espíritus es ardua tarea aun creyendo en un ser superior. Ya no de mí. Ya no conmigo. Que el hilo aún es débil y se desgasta con facilidad con ayuda del asfalto kilométrico. Y entonces, se abren los ojos. No es un sueño, no. Es una premonición.

Gregorio S. Díaz "Premonición"

No hay comentarios:

Publicar un comentario