Septiembre es el mes de los
meses. Ese en el que acaba el verano para fundir al tiempo en una niebla fría y
marrón, llamada otoño. Es un mes que una vez me lo dio todo y que, hoy, tras
varios años, me lo quita todo. Dos ocasiones tan distintas en el tiempo y en
sí, interconectadas por un cíclico paso de las agujas del reloj. Pero quizá sea
ese el fin. El de acabar. El de finalizar. El de no ver más allá del hoy y de
las cosas que hay que hacer para dejar de pensar. Siempre lo supe, y me niego a
aceptar. Por eso no dejo de buscar. De intentar. A sabiendas de que voy a
fracasar. Necesito sentirme como todo el mundo se siente. Que sí. Que lo sé.
Que yo ya lo sentí, pero no tuve la edad para saborearlo. Que sí, que lo he
vuelto a sentir, pero no me ha dado tiempo a degustarlo. Si una segunda vez era
improbable, una tercera es imposible.
Gregorio S. Díaz "Septiembre"