Lo mejor está
por venir. ¿Quién fue el gilipollas que dijo eso? Son solo frases que dan lugar
a una resignación. Que si no fue, no tenía que haber sido. Oh, el destino
caprichoso que quiere otra cosa para ti. ¿Quién coño puede hacer caso a
tonterías como esa? Solo sirven para intentar ver una luz artificial mientras
estás trescientos metros bajo tierra, en tu pozo de soledad. Es eso de
escalarlo creyendo ver algo que es simplemente una ilusión. Y vuelves a caer.
Cada vez más bajo. Bien, yo ya estoy hasta las narices de creer en frases que
son nada más que mentira, y ahora que me he dado cuenta de mi pobre ignorancia,
y de que, como Sócrates, apenas sé nada, me relajo cavando. Sí. Más hondo.
Hacia el centro de la Tierra. Supongo que allí hará más calor que en esta cama
fría.
Gregorio S. Díaz "Lo mejor está por venir"