Para ya, joder. Para. Que solo me quieres ver llorando aunque no me veas,
que el sufrimiento es algo que quieres que los demás padezcan. Para de hincar
en mi muñeco la aguja que llevas en el dedo. Deja de hacerme vudú para que
tropiece de nuevo. No muevas más la varita para arriba y para abajo, que más
bajo yo no puedo caer. Para de encender y apagar tu luz, de soñar con soñadores
muertos que no son verdad. De mirar hacia ese atrás que ya no tiene sino ni
vuelta de hoja, que ya recorren en el estómago de ella otras mariposas. Dejar
de hurgarme en la herida, que bastante tengo yo con que estoy perdido y no
encuentro la salida. Para ya, cariño, que voy a pensar que en vez del destino,
eres una mujer con mente de niño.
Gregorio S. Díaz "Para ya"