Con la tecnología de Blogger.

26 de junio de 2015

Lejos del planeta azul.

0 comments
Mirábamos un planeta azul desde un cubículo de acero y hierro. Comiendo palomitas y flotando en un punto pequeño del universo. Las comunicaciones de radio cortábamos cuando queríamos amor por encima del cielo. Volver a pisar tierra firme a tu lado era mi mayor deseo. Y entonces me flotaste. Pulsaste el botón de la compuerta y sellaste mi destino. Eso sí, procuraste que tuviera el suficiente oxígeno. Para pensar, para pensarte. Para recordar, recodarte. Para maldecirme. Por creerte. Todo es oscuridad, salvo el sol que no deja de destellar. Las estrellas también tienen cosas que decir. Yo me muevo por la inercia con la impotencia de no poder hacer nada, sin destino claro y sin opciones de sobrevivir. Si tuvieras dos dedos de luces, volverías en la nave a por mí. Como sé que no las tienes, al menos me tengo a mí. Pensar que llegaré más lejos que cualquier humano, me hace sonreír. No importa que muera, yo no voy a envejecer. Tú, sin embargo, vas a tener que contar mil mentiras más para hacerte creer. 

Gregorio S. Díaz "Lejos del planeta azul"


No hay comentarios:

Publicar un comentario