Con la tecnología de Blogger.

3 de julio de 2015

Todo lo que tocas.

0 comments
No te niego, pero confieso. Fuiste tú mi más grave y grande error que cometí. Lo sabes. Ello te entristece, te aflige y te acompleja. Te acobarda. Lo sé. Déjame decirte que esa frustración no es lo peor que te puede pasar. Ya me entiendes. Que de sobra también sabes que provocas esa sensación en todo aquel que se atreve a tocarte. A acercarse lo suficiente. He de decirte que si haces daño, fue porque el amor no fue ingrediente en tu fundición, que si tergiversas es porque no has conocido otra cosa. Odias y manipulas, como si la fila de sacrificios humanos nunca fuera a terminar. Porque te comparas con dioses, y solo me recuerdas al de los salvajes, esos que no clamaban al hombre más que sangre. Sí. Yo ya lo entiendo. Es eso por lo que lloras. No tienes la capacidad para retener nada que rivalice con tu egoísmo. Es eso lo que te pasa, que todo lo que tocas se convierte en mierda.

Gregorio S. Díaz "Todo lo que tocas" 


No hay comentarios:

Publicar un comentario