Qué tonto. Yo que me recreo en el arte de la historia y no he tenido lo que
siempre se dice de ella, en la memoria. Sí, eso de que el que olvida su
historia está condenado a repetirla. Siempre que te olvido, te repito. Te me
repites. Y entonces tengo que construir, de nuevo, un relato para hacerme creer
que los momentos que imagino, ya los viví. Y ahí está. Reinterpreto nuestra
historia cada vez que te olvido. Porque cada vez que te olvido, te repito. Cada
día que no te recuerdo, es un día de esperanza banal. Cuando me doy cuenta, me
quito los problemas de cuentas que me hiciste resolver. Más quisiera yo que
llegara el olvido y repetirte. Más quisiera el olvido que te olvidara y así
engañarme. Más quisieras tú que quisiera engañarme y repetirte. A veces no
tienes más remedio que olvidar, pero olvidar todo sin más, no tiene sentido.
Olvida y deja el resquicio al recuerdo triste. Así si olvidas, te asegurarás no
repetir y no repetirte.
Gregorio S. Díaz "Repetirte."