Ya no escribo para que me leas, ni para que no me olvides. Puestos a decir
toda verdad, ahora te digo, que escribo para no olvidar. Para poder recordar.
Porque pasa la vida y cada vez estás más lejos. Cada día más y más. Y aunque me
alegro de la tierra de por medio, no puedo zafarme de un tiro de todos mis
recuerdos. Ni del ideal adolescente de amor y pasión que dejaste en mi mente. En
días como hoy, mi pituitaria huele a la señorita rebelde. A orquídea amarilla disecada
por el tiempo. A vainilla líquida, con tilde. A sudor y a tu cuerpo. En días como
hoy, mis oídos demandan una banda sonora. Con las canciones adecuadas, las que
tengo a ti asociadas, puedo hacer que mis manos te toquen y mis labios,
entonces, se retuercen. A veces, y solo a veces, sobre todo cuando no soy dueño
de mí ni de mis instintos, cuando bebo y eso me hace ser más salvaje y más
asesino, me pregunto qué hubiera sucedido. Qué hubiéramos ganado y perdido,
estos años. Porque, como te digo, solo veo en mi memoria a dos idiotas jugando
con fuego. Y nunca se acababa la madera en nuestro juego. Pero no, ya no
escribo para que me leas. Ay, si cada día hubiera sido catorce de febrero,
cuantos sofás hubiéramos derretido y cuántas veces más hubiéramos bailado entre
el aguacero.
Gregorio S. Díaz "Señorita rebelde"
Hola Gregorio,somos del colegio Nuestra Señora del Rosario (Dehesas Viejas) de 6º de primaria.
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UN GRAN SALUDO
Por supuesto. Este es: gregoriosdiaz@gmail.com
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