Te necesito. Alto y claro, lo digo. Te necesito. Para, no me estoy
arrepintiendo. Tampoco doblándome de rodillas ante tu cuerpo. Te necesito, sí.
Es cierto. Pero no porque me vaya a morir si no estás. Si no te tengo. Nada de
eso. No porque no pueda vivir sin uno más de esos besos. Ni porque no vea más
futuro que el pasado en el que nos fundimos. No te equivoques. Te necesito para
llenar las paredes de palabras mojadas. Para crear historias nuevas que den un
sentido a lo que quiero ser, antes de que perezca. Te necesito para escribir.
Porque de ti, aunque no lo veas, brotan las imágenes que mi mente requiere para no
dejar a la soledad que las últimas gotas de sudor y tinta me retuerza. Está
claro, hubiera preferido alguna hada de la noche. Una del tiempo. Quizá una
princesa de esos cuentos. Alguien etéreo. Como con el corazón, la inspiración
no se elige. Son las musas las que eligen a gente como nosotros. No fui yo,
sino tú, la que me eligió a mí y quiso todo esto.
Gregorio S. Díaz "Te necesito."