Si me dieran a elegir yo no te elegiría a ti. Si de verdad pudiera elegir,
cualquier otra sería mejor que ahorcarme en ti. Si me dieran a elegir, siempre
me elegiría a mí primero. Yo sin mí no puedo, sin ti sobrevivo. Arrastrándome
entre calles sucias y bares sin colores, en blanco y negro. Escribiendo a
quemarropa, quemándome la garganta con el sabor a alcohol de mi copa. Si me
dieran a elegir, mis ideas te aplastarían. Qué soy yo sin mis ideas, me
pregunto. Nada. Y contigo seguiría siendo un don nadie. Tampoco lo entenderías.
Revolución no es solo un grito que lanzar al aire. Incluso si no me dieran a
elegir y fueras tú la que al fin, me elija a mí, no me dejaría elegir. Para qué,
si elijes con el dedo un capricho cada maldito mes de enero. No te querría ni aun
queriendo, aunque suene a contradicción y yo mismo me muerda los labios.
Si me dieran a elegir, preferiría morir.
Tenerte sería acabar con todo. Con las pesadillas y con el recuerdo. Con los
deseos del futuro. Con las historias que en mi cabeza chillas. No te elijo
porque sin ti, aunque muera, vivo. Contigo, aunque me quieras, muero. Y yo amo
más la frustración que cumplir tus deseos. Ser romántico. No por las flores y
los versos, sino por un disparo trágico en el pecho.
Gregorio S. Díaz "Si me dieran a elegir"