Lo nuestro no es saltar al vacío. Nos hemos estrellado ya algunas veces,
por separado, y de nada ha servido. Lo nuestro es seguridad, caída de no sé cuántos
metros, pero con arneses. No eso de agarrar la mano y soltarse a mitad del
recorrido. La metódica palabra y la cansada experiencia nos van a hacer
combinar el miedo con la paciencia para dejar de creer que el amor es estamparse
y caminar a ciegas. No voy amarte con una pistola apuntándote al pecho. Ni con
un reloj que exija tu tiempo. Tú sabrás si vienes a mi cama o si dejas de
hacerlo. No voy a quererte como uno de esos románticos dieciochescos. Porque es
verdad, pienso en la muerte, pero no quiero estropear mi arte con un suicidio
que no sería el final perfecto. Somos personas normales que desgastan libros.
Quizá por eso esperamos más de esta realidad, que no es completa. Somos de
letras. Por eso voy a quererte como se quiere en esas viejas historias. La
pasión nos podrá y te amaré como en las nuevas. Sin cuarto oscuro y sin
cadenas. Prometo contar cada uno de los besos que nos damos y no perderme
cuando vayamos por los noventa y tantos. Hacerte musa célebre de todos mis escritos.
Hacer planes y cumplirlos. Seguir agradeciéndote, por lo que tú crees nada, un
mundo.
Gregorio S. Díaz "Lo nuestro"