No consigo
encontrarte. Ni en otros besos, ni en otras manos, ni en otros labios. Te busco
entre cuerpos desnudos que imitan tu piel y que, sin querer, no me queman ni me
sangran como lo hacían los aguijones que eran tus dedos. No consigo encontrar
el por qué y el para qué de una situación que me es extraña. Que el placer por
placer para matar al instinto solo basta. Que luego, entre sus sábanas, tienes
vacía el alma. Que querer por querer, sin querer, daña. No te encuentro porque
quizá ya no existas y solo seas un sueño. Un viejo recuerdo. Quizá te busque
porque sé que eres con quien no seré más. A pesar de profesarte, como religión,
loca devoción. Solo por haberme llenado hasta desbordar y no como ahora, que, entre
sus siluetas, me quedo siempre a la mitad. No consigo encontrarme. Ni en mis
manos, ni en mis ojos ni en mis dientes. Me busco entre libros perdidos en los
que espero las historias de amores valientes que no tiren la toalla después de
tormentas y batallas, que no sean necios, que destaquen por ser prudentes. No
consigo encontrarme, ni en el tiempo ni el espacio. Es cierto, soy más libre.
No tengo casa a la que volver después de las tres y no me importa nada pisar el
acelerador y no ir despacio. No me involucro y por tanto no pierdo. No sufro.
Busco lo que la vida me pueda dar y no lo que yo le pueda otorgar. Quizá me
busque porque me perdí en ti. Quizá nos perdimos los dos allí y ellos, aún,
siguen ahí. Nosotros atravesados por una pared. Por un destino tan malévolo
como cruel.
Gregorio S. Díaz "No consigo encontrart(m)e"
Gregorio S. Díaz "No consigo encontrart(m)e"