Ya sé cuál es el truco. La
fórmula que hace que uno más uno calentado y elevado a mil, tenga como
resultado siempre a ti y a mí. La respuesta a tantos hechizos y maldiciones con
las que, algún día, nos bendijeron quienes inventaron las cuerdas que atan, y
aprietan, para siempre. Aunque se corten por la mitad para no sentirlas más o
se deshilachen por el paso de la lluvia, el viento, otros besos y otros
cuerpos. Lo sé y siempre lo supe. Solo tenía que escucharlo para no poder, por
más tiempo, negarlo. Solo había que pensarlo. Que lo que soy, cuando no sabía
ni quién era, lo forjé a tu lado. Tú completaste algunos de mis huecos. Que lo
que eres, cuando comenzabas a serlo, te ayudé a formarlo. Yo uní algunos de tus
pedazos. Puede que sea eso lo que quema por dentro cuando se vuelve atrás la
mirada. Te tengo atrapada aquí: porque yo soy yo y tú, en mi yo hay una parte
de ti. Me tienes que tener encerrado, por allí. Tú eres tú y yo. O quizá ya no,
y mis pedazos volaron en pedazos más pequeños coartados por otros que de otra
personalidad te llenaron.
Gregorio S. Díaz "Yo soy yo y tú"