Con la tecnología de Blogger.

25 de febrero de 2019

Burbujas de mentira.

0 comments
No solo es una mirada. Ni unos ojos perdiéndose en otros durante apenas tres milésimas de segundo. Es un reflejo de un cuarto de siglo de tu propia historia. Un vistazo sin el cual no podrías entenderte. Ni a ti como eres, ni por qué lo eres. Es un crujido en el pecho y la nostalgia, llamándote a besos. Ahora que la vida y el corazón son rocas. Cuando el día a día ha hecho aminorar la bola que se me hacía en la barriga. Cuando ya no pienso en el qué pasaría. Cuando el camino, definitivamente, se ha bifurcado y el invierno separa en años luz todo el tiempo que pasamos. Ahora es cuando estoy convencido de que todo habría sido mentira. Un maldito bulo. Al menos desde el doce, desde que te vi, fugaz, entre los pasillos de la Universidad y escondida entre los recovecos de nuestra ciudad. Lo pienso y solo me dedicabas vistas furtivas, caras largas y orgullo que no se pudo quemar. ¡Lo entiendo! No solo era yo, cogiendo otra mano en Gran Vía. Tú también otros menesteres tenías. Otras palabras dedicabas a otros seres. Con más virtudes que yo, supongo que sería. Ilusiones que rellenaron la vida que dejé vacía, mientras yo, a pesar de todo, pensaba en mi mano entre tus dedos, mi saliva en tu saliva. Aunque quisiera regar las flores que florecían, en ese jardín realmente seguías. Pero quizá fuese mentira todo lo que decías y gran verdad lo que, mejor que yo, escondías. Quizá nunca te acordaste de mí como yo pensaba que lo hacías. Mientras peleaba contra mí mismo en un combate sin salida. Divagando entre la mejor de las opciones para configurar, contigo, una vía. Quizá sea todo del revés y sea yo el que vivió en una burbuja de mentira. 


Gregorio S. Díaz "Burbujas de mentira"

No hay comentarios:

Publicar un comentario