Yo, que a todo he renunciado. Yo, que
no puedo contabilizar lo que mis huesos, mis besos y mis ganas han cedido. Yo,
que contigo mil veces me he vencido y rendido, cuando siempre he perseverado en
los momentos en los que los sentidos se me han colmatado de los más bajos instintos.
Yo que he aguantado el deseo y el no deseo. Que me he reprimido. Yo, que todo
lo he compartido. Que me he quitado a mi mismo. Que, así, he desterrado al
viejo egoísmo. Yo, que recio me he mantenido. Más allá de los desplantes como
huracanes, de la palabras y gestos como tormenta que no cesa de coger agua de
los mares. Yo, que he regalado tiempo de mi reloj solo para dártelo. Que me he
comido kilómetros innecesarios. Yo, que a todo he renunciado. Y tú, desvirtuando
todo eso, siguiendo el juego al primero que te dice ‘guapa’, solo por aumentar tu ego.
Gregorio S. Díaz "Yo"