Lana del Rey y mis historias.

Prometo escribirte. Dejarte paralizada en mi tiempo y en mi espacio, para siempre. Prometo describirte, más de lo que he hecho y sé. Prometo no dejar de escribirte. Porque así me escribiré a mí mismo, en una vida alternativa. Lo prometo. Prometo escribirte porque el Universo no nos ha concedido ni siquiera un segundo. Porque si nos hubiera hecho coincidir en otros años, si hubiéramos sido algo más que coetáneos...Prometo escribirte e inventarme alguna historia, en la que plasmarte. Quizá podré ver tus ojos y tus caderas, paseando por la España del hambre, en medio de un mar de olivos y unas protestas justas a la par que violentas, en una fogata del monte enfrentándonos a los franceses. Lo que yo quisiera contarte, todos los días y al oído, más allá de los metros de distancia, cerca de todos tus sentidos, son las historias que conservo de todo lo que ya es eterno. Las escribiría con tinta etérea en tu pecho. Las leería, en tu espalda. Las divulgaría en páginas amarillentas, agarrado a tu mano. Recorriendo todo el desierto de Colorado en un viejo Chrysler de segunda mano, cuando América cumplía su anticuado sueño, atemorizado por el otro lado del Muro. Pero esto no es otro tiempo, ni otro país, ni otra aventura. Es la vida, que pasa. Son los trenes, que desaparecen. Es la juventud, que se ha marchado sin despedirse. Es tan solo una promesa. Eres tú. Aunque si lo piensas, si cierras los ojos, si lees lo que te escribo e imaginas...este sigue siendo el asiento trasero de mi coche, suena Lana del Rey y yo sigo contándote mis historias...

Gregorio S. Díaz “Lana del Rey y mis historias”.