Vagabundear

Lo que quiero, no será. Tendría que estar enterrado en monedas de oro, que no deseo si para ello hay que a mi compañero explotar, o pisar bajo mis pies la tan ansiada revolución, hecha verdad. Que me permita desalienar este cuerpo, toda putrefacta realidad. Que deje atrás la constante en la Historia de vivir para sobrevivir. Para no morir. Que se alejen ya los absurdos mantras del multiplicar y producir, aquellos que no han trabajado en la vida y que se alimentan de las viejas rentas que le dan los privilegios obtenidos en un tiempo de miseria, hambre y necesidad. Lo que quiero no es solo justicia, sino reparación. Lo que quiero es no soltarte la mano, mientras tengo tiempo del reloj para agarrar. Lo que quiero es asegurarme de que no voy a desperdiciar de mi vida un solo minuto más. Lo que quiero es libertad. Dejar de estar atado a la Historia, el trabajo y toda red social. Quiero montañas, ríos y nubes. Soles, lunas y mares. Arena, piedras y libros. Hacer autoestop, parar en estaciones de tren, Repostar en los confines de Vietnam, dejar unas rosas rojas en la tumba del Ché y de Fidel. Lo que quiero es escribir. Todo lo que no he sido capaz y no he podido, porque la tinta, como la sangre, tiene que brotar, salir. Lo que quiero es escribir cómo te fuiste, cómo perdí y cómo amé, esconderte mensajes entre los personajes que se mueven al ritmo de mis palabras. Lo que quiero es libertad, la que da no tener más responsabilidad que la de existir. Lo que quiero es ver el camino que dejé atrás, no para volverlo a pisar, sino para poder, con orgullo, recordar, que todo lo logré porque me dediqué a vagabundear.

Gregorio S. Díaz "Vagabundear"