Atrás.
Vistes camisa de rayas negras y grises.
Conduces un coche negro y aparcas frente a un edificio de ladrillos rojos. Dos besos,
un adiós.
Atrás.
Letras y comida china, dolor de
barriga.
Más atrás.
Tiritas de frío y a las diez hay
partido. Prometes volver luego, con un beso frío.
Atrás.
Mil gestiones. Paseos por ciudad
y sus infinitas instituciones. Casi llegas a casa, pero se te dilatan las
pupilas y solo puedes sonreírle mientras sigues el camino.
No, más atrás.
Tienes la espalda llena de tinta
negra, de palabras inquebrantables.
Atrás.
Es verano, un día tórrido. Helado
y pollo. Tienes las manos bajo un vaquero corto y roto.
Más atrás.
Mayoría de edad, chalecos amarillos
y rojos, llamas de fuego, peluca rosa, pelo gris.
Atrás.
Un corazón que es distinto a
todos los demás, una cena, no es una noche más…
Más. Más atrás.
Tienes las manos pegajosas, sabor
vainilla.
Atrás.
El monte, la feria y el júbilo.
Dos pequeños te hacen prometer que...
Más atrás.
Recorres con un silbido los
pasillos…
Atrás. Atrás.
Escribes una nota en clase de Matemáticas.
Más atrás, más atrás.
Mochilas y ruido. Te despides sin
atreverte, pero eres valiente.
Ahí.