Sé que tengo en mis manos el hilo transparente con el que hilvanar palabras que cuenten historias. Sé que mis dedos podrían bordar en piedra las hazañas de quienes luchan contra la muerte por escapar del laberinto de mi mente. Sé que brotarán, como mi emponzoñada negra sangre, un siete de mayo, un año bisiesto, un día cercano. Solo tengo que enfrentarme al papel en blanco, al impostor que ocupa mi cuerpo, al tiempo que no me deja el tiempo, al dinero que me ata la mano, al beso que no se convierte en más que eso, al momento perfecto, al eclipse sereno, a la fe desnuda, al loco viento. Escribiré, porque no puedo dejar de hacerlo. Aunque entre líneas no haya magia, ni oiga un eco. Aunque no sea profundo, ni evoque al literato de antaño. Escribiré, no puedo no hacerlo. Porque en esos momentos de inspiración y desasosiego, te tengo de nuevo. Porque recuerdo, mientras balanceo la tinta por el espacio hueco, cómo era el éxtasis, la locura, el desenfreno. Porque si hilvano palabras que luego leo, a ti vuelvo. Como si tuviéramos para siempre un reservado en el que con calma retomar nuestro idilio, donde yo aún soy joven y tierno; donde tú eres ancla y deseo. Escribiré, no quiero dejar de hacernos.
Gregorio S. Díaz "Escribiré"
