Me pregunto ahora cuántas canciones han pasado desde la última canción. La que llevaba mi lágrima y mi beso, la que llevaba tu ira y todos nuestros pretéritos miedos. Porque las que nos dedicamos y escuchamos los dos a solas en nuestro cuarto están bien guardadas. Porque las que rompían nuestro silencio impoluto en el coche, antesala de todo el amor que se nos disparaba y venía encima, esas, están en un lugar seguro. Porque las que nos descubrimos, dejándonos caer que íbamos a cumplir todas las promesas que las melodías les daban a las letras, esas, tienen un rincón para siempre en nuestra alma. Me pregunto, ahora, cuántas canciones llevaron mi nombre. En cuántas me ves y cierras los ojos fuertemente soltando toda tu rabia. Si yo me pusiera a contarlas, te diría que, hasta en las que no sabía que existían cuando éramos, tu figura se desliza ágil. Me pregunto cuántas canciones le has descubierto al mundo. Y lo maldigo por tener tanta suerte. Me pregunto cuántas canciones. Solo eso. Cuántas canciones. Cuántas canciones que no tengo.
Gregorio S. Díaz "Cuántas canciones"